sábado, 29 de octubre de 2011

¿Tendrá cura la estupidez humana?

Fantaseando con las ciencias y la técnica, nos aproximamos a una realidad futurible, proyectamos nuestros deseos, siendo evidente por la experiencia de otros tiempos y acontecimientos que en realidad poco se tiene visto o aproxima de lo que se propone, a los hechos que se imponen con terquedad.
Hace décadas, se vaticinaba a la robótica como alcanzable, siendo esta capaz de generar bienestar en el conjunto de las personas, capaz de síntesis y simbiosis consideradas en el par físico y biológico. La implantación de mecanismos dadores de funcionalidad y también de posibilidades para la prolongación y disfrute de mayor y mejor vida incluyendo la sustitución de órganos vitales, cosa que de alguna manera ha sucedido, pero se me antoja que solo de una manera testimonial.
Y la mera posibilidad futura de combinación en cuerpo y mente para considerar a la especie en condiciones de ambientes fuera de la gravedad mundana, fuera de nuestra esfera como algo que se alcanzaba, y a los hechos me remito que quizás estemos hoy más lejos que lo que a priori, pensamos.
Si no cambiamos el organismo y estado de mentalidad, la que tanto nos aqueja por todo lo que deviene, las posibilidades de supervivir en paz y armonía, evitando sufrimientos y enfermedades impositivas de artificio, serán nulas.

Mi amor por la belleza de la composición poética de las palabras, enlazadas de tal forma que desarrollen una suerte armónica, que convulse y complete el espíritu…he llegado a su renuncia con amargura pero no vencido, en favor de una expresión descriptiva más directa, para mentes desorientadas y carentes por las prisas materiales de esta necesaria manifiesta sensibilidad, y revertirme a mayor expresión significante.
El intento de componer frases que intercedan en la comprensión si no “vulgar” extensiva capaz de conmover llamando a las cosas por su nombre, componer sin ambages interpretativos, ausente de adornos y con cierta rabia, no ya para el sentir, si no como alimento de la conciencia tan necesitada, frente a los atropellos de nuestra propia cara más aciaga y cruel, en definitiva más caótica, que tantos despropósitos alimenta.

Querido lector, ya quisiera anticiparte el rumbo que lleva este camino pero imaginemos: ¿como sería posible que perteneciendo al universo, este que nos envuelve como a una partícula, y lejos de caprichos, todo es finito y germina para no caer en la desesperanza y la locura, ante una posible aunque poco probable continuidad? El universo se expande de tal forma que se congelará en tiempos de Eon ¿qué ocurrirá con el humano? Somos memoria, experiencias, y sin duda se goza en momentos, en otros sufrimos, como cosa normativa “es la vida” el sentido que nos guía.