lunes, 12 de septiembre de 2011

Premisas

Las premisas que impone la bios o vida natural, reposada en milenios o millones de años en evolución y siempre acondicionada al ambiente -sin maniqueos subyacentes de interpretación- es el fiel reflejo del espejo en que mirar, ante los retos que inmersos o sumergidos en la vida humana hubo y habrá. En el futuro si lo hubiera,, la población cada vez más numerosa y/o necesitada de más y mejores condiciones...

Es necesario encararse cuerdamente ante los límites que la propia naturaleza impone, a menos que nos dejemos llevar por esta, y de esa manera sucumbir, constantemente en lo primigenio, hasta desaparecer cuando sucumba "nuestro universo".


¡Atención...! hay que estar atento a nuestro futuro inmediato percibido, para modificar,, como los hechos cotidianos nos demuestran.
Miremos el espejo y pensemos, en la imagen extemporánea que nos devuelve...

Clases y privilegios:
Necesariamente "la naturaleza a lo largo de siglos a impuesto en las cotas de poder, arte y organización, a los/las más capaces..." aunque muchos dejen de que desear en la historia social, son los que han habido y quizás, los que vendrán.
No se ha visto otro sistema que no sea democracia que funcione con un mínimo de garantías y extensible por encomendable a todo el planeta, con la pervivencia genérica.

El "veneno que destila en la actualidad las sociedades en progreso" es el superconsumo, máxima que influye fundamentalmente en el sistema productivo, la necesidad de mantener los puestos de trabajo, la población frenéticamente ocupada.


Fusión

...Y ¿qué es real en mi percepción sensorial diletante y de mi dilección cuando cualquier insecto, alguna araña...al percibirnos como amenaza, se diluye en espacio y tiempo tanto como su tamaño?
¿Es tanta la proporción como que nos ven por masas de colores y no la forma resuelta y los propósitos?
De tal forma el Hombre tampoco le tiene miedo al Universo entero y motivos de sus pautas
Pero si razona, tendrá precaución y buscara su armonía.
Estamos tan desamparados ante el universo cotidiano como una paloma brava que en su peregrinar
ajena o inconsciente de estas magnitudes, es atrapada o victima de atropello en un puente elevado de autopista construido en la vía, de su paso natural.