La imaginación...si algo es posible de realizar con la voluntad inquebrantada, es la imaginación de un mundo a la medida de las personas que lo componen. Siendo justos con los demás, el vuelo hacia la libertad, la igualdad y la fraternidad, está garantizado.
El instinto en un depredador de lo vivo se muestra como una herramienta eficaz, fruto de su evolución diestra, nos muestra como la serpiente con sigilo, especialización de sus sentidos y cálculo manifiesto, arrebata de un lance certero a su presa. No tenemos razones para denostarla por la frialdad de sus jugos, pues también aunque menos alerta en su sustento ramonéa el ciervo o quizás con más gracia el ratón atrapa las polillas y todo conserva un equilibrio.
El Hombre tiene desarrollada la inteligencia integral que prevé respuestas sujetas a la práctica de la realidad subjetiva, del presente, y también proyectada al devenir de los acontecimientos que se ciernen en su especie y por implicación en las demás, y esta cualidad también alimenta su fantasía.
¿Por qué se alimenta la eficacia depredadora del instinto animal en El Hombre como su estado natural, obviando las salvedades conseguidas, una vez roto ese equilibrio? (Salida del Edén).
Hay algo más que nos compete y debemos dar respuestas, como quien se asoma al precipicio, a los márgenes de la realidad, la razón y la locura, no hay quien todo lo abarque. Si te dejas llevar siendo remiso por la imposición de una verdad convencional sin pensar en mañana, sin idear, sin elucubrar las posibles realidades positivas, humanizantes, de las cuales en efecto no estamos satisfechos ¿no nos estaremos condenando a lo irremediable? ¿No estaremos traicionándonos por el reconocimiento incapaz, por el azar inconsciente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario