martes, 8 de febrero de 2011

LA FUERZA DE LAS PALABRAS

3 comentarios:

  1. El colorín

    Ya llega la primavera
    y en émulo de violín,
    ha sonado esta mañana
    la flauta del colorín.

    No te vayas, amigo;
    pequeño manojo
    de música con alas.
    No te asustes de mí,
    ¡que presas no me valen
    tus notas de guitarra...!

    Déjame descubrir
    la verdad de tu canto,
    ¡pero, sigue en tu rama...!

    Que en este día de marzo,
    has prendido la llama
    con tu enorme arpa.

    Josh De Marias

    ¡Qué ridículo y qué perverso! Aquellos que pretenden encerrar las notas del jilguero, limitando su vuelo con barrotes de acero.

    De niño me regalaron un gilguero en una jaula, todos los días le cambiaba el agua, le ponia una hoja de una hierba que le gustaba y le masticaba una almendra y se la ponía para que él picara. Al principio se asustaba de mí, pero con el paso del tiempo, al verme regresar del colegio, me cantaba para llamarme y hacía movimientos y trinos con los que yo creo que se comunicaba conmigo.
    Un día limpiando su jaula, se me escapó y se fue volando, yo quedé triste pero terminé de limpiarla y la colgué en su sitio. Pasados unos minutos me sorprendieron sus trinos de llamada y al mirar, vi que estaba posado encima de la jaula. Me acerqué, abrí la puerta y el revoloteó y se metio dentro.
    Desde ese suceso, cada día, le abría la puerta mientras limpiaba la jaula, él volaba y cantaba por los árboles vecinos y cuando se hartaba, venía y entaba en su jaula para beber y comer.

    LLegó la primavera y se marchó por unos días, al cabo de los cuales apareció con compañia para comer y beber en la jaula, al principio su pareja temerosa se quedaba fuera, vigilante y desconfiada, pero pasado un tiempo, los dos entraban a la jaula, comían, bebían y se marchaban.
    Pasados unos días, mi amigo venía solo y al cabo de una veintena volvía con su pareja y luego con cuatro o cinco pajaritos hasta que pasado un tiempo volvian de nuevo solos. Pasó el verano y hasta el otoño, la secuencia se repitió varias veces hasta que un día dejaron de venir.
    Aquel otoño y fui yo quien tuvo que abandonar el nido que recuerdo con tanto cariño. Nunca más he sabido de mis diminutos amigos, pero siempre han estado en lo más profundo de mi corazón como algo muy amado y ese amor sigue tan vivo como entonces. Porque estoy muy seguro de que, en uno de esos multiples planos de la creación, aquellos amigos que me enseñaron el valor de la libertad, el amor familiar y la fidelidad; aquellos queridisimos y pequeños amigos, siempre han estado conmigo.

    Porque eso es la amistad verdadera; algo tan entrañable y valioso que rompe los limites del tiempo y del espacio.

    Saludos, Mar de Rojan, solo quería compartir contigo y tus amigos, un recuerdo muy valioso para mí.

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  2. Josh De Marias, Dark Seth hermoso encuentro con unos animalillos aparentemente tan diminutos y poco significantes para algunos...pero reconfortantes para quien tiene la dicha de un encuentro, un saludo entrañable.

    Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; y a punto de ser devorado, le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno. El león echó a reir y lo dejó marchar.
    Pocos días después unos cazadores apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oir los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre.

    -- Días atrás -- le dijo --, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por tí en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.



    Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. Cuando llegue el momento las cumplirán.

    Esopo.

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  3. Hola, Mar de Rojan.

    En un mundo en el que todo es tan relativo y cuestionable, tras traspasar el umbral de lo material y físico, ¿Cómo podemos valorar y cuantificar el tamaño de lo que realmente importa? Es decir: los sentimientos, las emociones, la consciencia y la conciencia. ¿Existe en ellos tamaño, tiempo o espacio? Pero sin embargo, éstas son las únicas cosas transcendentes y que a la vez nos vinculan al Ser Uno.

    Saludos.

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