El cuadro más normal

En pleno siglo XXI más allá del 2000 “cifra mítica de los pobladores al menos occidentales del s. XX" que pensaron que las dificultades de carácter u origen en la emancipación de los “humildes” de la plena libertad individual y colectiva, del carácter de libre pensamiento ético y moral, relaciones laborales “dignificantes”, y relaciones sexuales plenas y satisfactorias frutos del amor, o necesidades más “instintivas” o sentimentales en sus variadas formas, se allanarían de manera notable; la historia precedente de estos hechos fue aciaga de estos términos, y hubo periodos sangrados de perversa inquisición.

Hoy salvando distancias en aspectos y masa positiva, pareciera que hay una recesión de ese pensamiento, una presencia reaccionaria que pretende la involución.

Posiblemente se perturban quienes no tienen relación/es satisfactorias y/o plenas sexuales o amorosas y de afecto; solo pensar que las relaciones que se salen de”la norma” como es el caso del amor o el sexo manifestado homosexual o lésbico, los contraría o enerva, pero estas personas no solo son presas de este tabú o dilema si no que carecen del amplio sentido de la libertad. ¡Por dios, que se besen o acuesten juntas dos personas del mismo sexo, que barbaridad…! Entre pacatas y celosas se perturban debidas a su personalidad reprimida o traumatizada, incapaces en todo caso de querer y saber amar generosa y gozosamente a sus semejantes.

Y sin el exacerbo de quien solo acumula odio incomprensible contra todo aquel que contraríe su moral aprendida, su ideología extrema, que se manifiesta en capacidades muy abstrusas “que curiosamente utilizan de forma primitiva los resultados de su libido... de connotación extrema sexual sádica semejantes al sometimiento, secuestro de la voluntad, maltrato e incluyendo la violencia mutilante contra ellos mismos” con la gravedad de que la practiquen contra los demás.

Hay que estar muy atentos y prestar auxilio de quien se encuentre afectado con esta seriedad, la negatividad que nos depara, que de manera cuerda y responsable no es lo que se debe andar para atrás, si no que la evolución está en lo que queda por conquistar desechando la insatisfacción y los miedos a La Libertad.